De: vicariaurcacastro@hotmail.com
Para: rubencastillo@gmail.com
Rubén: Hijo, soy el
Padre Castro. Mis mails no serán revisados por nadie, está es una línea segura.
He leído lo que le ha pasado y no tengo que decirle a usted que el infierno
está en la tierra. Estos son los días previos a la segunda venida del señor. Es
nuestra oportunidad de arrepentirnos de nuestros pecados, de levantar una
nación sana, vital, libre del crimen, de la suciedad, de la voracidad de los amorales.
Hijo, si es en nombre
del Dios, todo lo que haga, hizo o tenga que hacer será perdonado.
Dicho esto, espero que
sepa apreciar lo que le ofrezco. No vaya a Avellaneda. Busque el sur - evadiendo
Jesús María por supuesto - cercanas a Río
Tercero operan fuerzas celosas de Dios y leales a la patria. Búsquelas.
Espero que sigamos en
contacto.
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