Rubén, me preocupa que no contestes.
¿Estás en Avellaneda? ¿Alguna noticia de las tropas de Bordone? Espero que estés
bien. Realmente.
Acá las cosas cambiaron, y mucho. Te
contaré cuando pueda. Ya no soy Rodrigo Merlo, casi abogado de Córdoba,
sobreviviente. Ahora soy Merlo Rodrigo, soldado raso de infantería “voluntaria”
del II Batallón reorganizado de Defensa, “Los muchachos del monte” como nos
dicen los soldados profesionales para diferenciarnos.
Hemos perdido mucha gente. En manos de vivos o en manos propias. Don
Julio, Doña Clara. Silvia y su hijo Walter. Todos muertos. Y yo que creí que
estábamos en una buena situación. Seguros, salvados. Mierda Rubén, no sabes
como espero tu respuesta. A pesar de que no te conozco personalmente, creo que
junto a Cristian (el chico de la Fiat, ¿te conté de él?) Anabela y Miriam, sos
la única persona en el mundo que deseo que viva, a pesar de que vivir en este
mundo es casi insoportable. ¿O siempre fue así?...no me hagas caso. Espero tu
respuesta.
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