viernes, 30 de diciembre de 2011

10


Claudio:
Esto será breve. Desde hace dos días escuchamos disparos a lo lejos. El padre dice que es el ejército que viene limpiando la zona. Ayer vi un helicóptero cuando fuimos al dique, estoy seguro que nos divisó pero no hizo nada por acercarse. Anabela esta cada vez más cercana a mí, lo que pone al Padre Castro en mi contra. Ella me dijo que el cura no es “bueno”.
Claudio, debemos tener cuidado. No te conozco pero al menos quiero pensar que sos un buen tipo, por eso te pido que sigamos intentando esta comunicación. Me parece que los vivos son más peligrosos que los “fiambres” diría Cristian…cuando les dijo así me hizo reír por primera vez desde que empezó todo.
Pd: Alguna vez pensas en que todas las personas que conociste ahora caminan muertas por ahí. Dios, ¿que mierda es todo esto?
Rodrigo.

-seguir leyendo acá

sábado, 10 de diciembre de 2011

9

Rodrigo:

              Antes que nada, disculpas por la demora de mi respuesta (más adelante te cuento las causas). Ojalá todo lo que contás sea cierto. De ser así, valdrá la pena seguir siendo pacientes. Después de lo que pasó en el anterior ataque, Rubén tomó el control de la situación y organizó mejor las defensas. Cuando terminamos con eso, nos dio un palo a Armando y a mí. Luego abrió las puertas y nos ordenó ir con él al pueblo a buscar el repuesto necesario para arreglar el generador. Caro se quedó.
   Como no nos podíamos dar el lujo de ponernos a discutir con la pistola de Rubén, lo seguimos y llegamos al centro del pueblo. Los hediondos eran muchos y, aunque parecen incapaces de organizarse, son tan perseverantes que dan miedo. En medio de la desesperación, peleamos como salvajes y Rubén nos obligó a seguir peleando hasta que no quede ninguno en la cuadra de la ferretería. Tengo que ser honesto sobre él, creo que no es tan hijo de puta como parece. Nos obligó a arriesgar la vida, pero él peleó con el doble de fuerzas que nosotros. Parece la clase de persona que se siente más a gusto con esta situación que cuando estaba todo bien. Tiene sangre fría y es muy práctico.
   Encontramos la caja del repuesto que buscábamos, pero estaba vacía y tenía heces adentro (lo cual fue muy desagradable) Al salir de la ferretería, Rubén recibió un fuerte cascotazo en el omóplato y yo en la cabeza. Cuando me desperté, me habían traído de regreso al refugio. No saben de dónde vinieron las piedras ni quien nos atacó. Pero estamos seguros que no fueron los hediondos. Los hemos observado bastante en este tiempo: son totalmente estúpidos, no podrían manipular un objeto, sólo saben caminar, morder y arañar.
   Rubén está indignado por lo de las piedras, no para de darse manija con ese tema. Armando tuvo la precaución de cargar algo de comida en su mochila cuando estábamos regresando. Me trajeron inconsciente y sangrando; tuve mucha fiebre y migraña, no podía subirme al techo a vigilar para no exponer mi herida al sol, tampoco tenía la suficiente lucidez para escribir, pero ahora ya estoy bien. Me contaron que no pudieron encontrar al agresor porque un grupo numeroso de hediondos- atraídos por los disparos furiosos de Rubén- se acercaba y no podrían frenarlo entre dos.
   Caro tiene una teoría, pero hasta ahora no pudimos hablar. Ahora es la querida de Rubén. Ella acepta esa situación con tal de mantenerlo calmado. Yo no la veo como una hembra sumisa y dócil. Me huele que tiene un plan.

-Seguir leyendo acá

miércoles, 30 de noviembre de 2011

8

Claudio:
Tal vez esta noticia sirva para que descomprimas un poco la situación rasposa de tu grupo. Debería contarte lo que pasó con el abogado pero creo que aún no he digerido el incidente como para contarlo así que, sin más, paso a las novedades:
1° Hay tres nuevos integrantes en la casa, el Padre Castro y Anabela, únicos sobrevivientes de un campamento o retiro espiritual que se hacia en La Cumbre y Cristian, empleado de la Fiat que estaba de vacaciones en camino a San Marcos Sierras. (Todavía no sabemos como llegaron vivos hasta aquí, aunque Cristian dice que fue fácil, que solo tenían que esquivar “fiambres”)
2° Tal vez quiera creer esto porque los nervios de todos están a prueba, el cura dice que el ejército esta limpiando la zona desde La Calera y que no tendrían que tardar mucho más en llegar a Capilla.
3° Anabela tiene un celular y ayer habló con su mama, que está en Córdoba. Escuchamos todos la conversación y era evidente que la mujer no quería hacer sentir mal a su hija, de sólo pensar el infierno que debe ser Córdoba me da escalofríos…agradezco no haber dejado a nadie atrás…
4° Me imagino que te preguntas lo mismo que yo. ¡Celular! ¡Ejército!...El padre Castro sabe algo más que todos nosotros sobre este desastre.
Espero estés bien.
Rodrigo
(Miriam agradece que no hayas leído su mensaje)

-seguir leyendo acá

jueves, 24 de noviembre de 2011

7

Claudio:

Entiendo la situación en la que estás. Aquí todo es un poco más calmo, al parecer, la casa de Don Julio es un escondite ideal dada las circunstancias. No contestes esto, espera la próxima...en breve te estaré enviando otro mensaje más explicativo, hay noticias que tal vez sean buenas para todos.

No entendí lo de la paloma, ¿llegó sin carta o no llegó?
Don Julio dice que si el mundo cambia, las palomas también lo harán, teme que el olor a muerte las desoriente.

Repito: No contestes esto. La paloma con el nuevo mensaje debería llegar en menos de dos días.

Rodrigo.

-seguir leyendo acá

sábado, 19 de noviembre de 2011

6

Rodrigo:

              Van cinco días de nuestro último mensaje y seguimos sin obtener respuesta. La paloma vino sin ningún mensaje. Espero que hayan podido actuar a tiempo, porque de lo contrario sólo puedo creer que haya pasado lo peor. La paloma regresó, así que con muy pocas esperanzas de que nos lean les cuento las últimas (malas) noticias.
   Fuimos atacados la misma noche que les escribí. No habíamos terminado aún con el perímetro, estábamos cenando y empezaron a colarse unos cuantos hediondos-les llamamos así por el olor que despiden- y de no ser por nuestra Maika que nos avisó de inmediato, podrían haber acabado con todos nosotros. El viento soplaba en contra y eso hizo que no los sintiéramos acercarse. Logramos frenarlos a tiempo, con el costo de dos vidas.
   Lo peor fue que eso podría haberse evitado. Cuando Eduardo fue acorralado, utilizó a Andrea como escudo humano y perdimos a la única persona del grupo que había hecho un curso de enfermería.  Rubén intervino y peleó muy duro, sólo con un fierro pudo mantener a raya a los hediondos el suficiente tiempo como para que Armando, Carolina y yo pudiéramos bloquear el sector deficiente. Eliminamos a cinco de ellos (unos veinte quedaron merodeando del lado de afuera).
   El día siguiente (el día que supuestamente íbamos a utilizar para ir en busca del repuesto) fue peor que el anterior. Rubén insistía en ejecutar a Eduardo por su acto de egoísmo y cobardía. Armando y Caro trataron de convencerlo de que eso no volvería a la vida a Andrea y de que eran dos manos más para ayudar en el trabajo. Yo preferí atarlo como castigo y para que, por ansiedad, no comiera de más, que era otra de las quejas contra él. Después de mucho discutir, Rubén perdió totalmente el control y nos amenazó con un arma de fuego (que nunca le habíamos visto), tomó a Eduardo por los pelos y- arrastrándolo- lo llevó afuera del perímetro. Después cerró la puerta.
   Mientras Eduardo nos maldecía, lloraba y gritaba súplicas y perdón, Rubén nos apuntó con su arma a uno por uno, obligándonos a jurarles lealtad. Tuve que escribir este mensaje a escondidas de él. Soy el vigía y paso todo el día arriba del techo, en compañía de Maika, esperando que se calmen las cosas. Estoy muy nervioso. No me gusta la forma como Rubén mira a Caro, ni la manera como Armando masculla cada vez que aquél le da una orden.

-seguir leyendo acá

jueves, 17 de noviembre de 2011

5


Claudio:
Soy Miriam, Miri para todos por aquí. Las cosas parecen empeorar cada día y toda esta situación nos obliga a hacer cosas que jamás hubiéramos pensado hacer antes de esto. Creo que Rodrigo no asumió hasta anoche la situación terrible y ridícula en la que estamos y tuvo que hacerle frente de la peor manera… Mató a Abel después de que éste muriera en un estertor de fiebre e infección y se levantara de su cama intentado morder a Silvia, su mujer. Le sacó el revolver a Daniel (el policía) y sin apuntar le metió un tiro en la sien…el Rodrigo que no aceptaba que la “peste” (como le decimos a todo esto), él mismo que no movió un músculo paralizado por el miedo que tenía cuando la señora los atacó, tuvo una reacción rápida y fría que aún me atemoriza porque no parece una reacción resultante del nerviosismo. sino todo lo contrario. Intentaré hoy hablar con él. Pero primero es necesario ayudar a Silvia y a su hijo a sobrellevar el momento.
No sé quien sos. Don Julio se limita a llamarte “el contacto”, pero se negó a escribir él mismo y por lo que sé tampoco lee tus respuestas. Esto no me parece importante. Es más, no me parece seguro dadas las circunstancias, pero creo que necesitaba exteriorizar esto y ponerlo por escrito. Supongo que me aliviará de alguna manera. Así que no voy a darte data sobre nuestra ubicación o cosa parecida. Sabemos que hay grupos de sobrevivientes armados y para nada solidarios. Y lo sabemos por nuestros nuevos integrantes (solo eso diré).
Somos lo más silenciosos que podemos y, por lo menos yo, continuaré intentando que así sigamos evadiendo el infierno. Por lo que me dijo Don Julio, podrías estar en Totoral o detrás del monte esperando el momento, no lo sé. Así que me limito a despedirme (esperando no tener que volver a escribir más).
Miriam.


-seguir leyendo acá

lunes, 14 de noviembre de 2011

4

   La lluvia nos impidió dar respuesta en estos días. Están en una situación muy grave. Si Abel aún vive, átenlo y manténgase alejados de él. Cuando la fiebre se lo lleve, esperen media hora y golpéenlo bien fuerte en la cabeza con un martillo, un palo u otra cosa. Eviten las armas de fuego y tengan cuidado con las salpicaduras. 
   No sabemos mucho del asunto, pero lo que es seguro es que es muy contagioso y que la única forma de estar a salvo es rompiéndoles la cabeza. Para cuando este mensaje les llegue, es probable que haya pasado lo peor. 
   Manténganse alerta, ocultos y eviten hacer ruido. Si se les acerca uno o dos de ellos, pronto vendrán más. Uno solo es bastante peligroso, pero más de tres son una muerte segura. La única razón de que estemos vivos nosotros seis es porque  se estaban masticando a los otros seis mientras huíamos.
   Nuestro grupo se compone por Armando, el chofer de la traffic; Eduardo, un empleado de comercio; Andrea, Trabajadora Social; Carolina, estudiante de Comunicación; y Rubén, un remisero que se unió a nosotros ese día que huimos de la estación.
   Nosotros tampoco hemos podido conectarnos a ninguna red. 

   Tenemos provisiones para unas seis semanas, estimo, pero no logramos reforzar adecuadamente el perímetro (bastante precario) Hay muchas diferencias y peleas, especialmente entre Rubén y Armando. Por ahora, el temor de ser atacados es lo que nos une. Después amplío. Ahora no hay tiempo que perder. Aseguren la casa en la que están y consigan palos, machetes, un hacha o cualquier cosa contundente que les sirva de defensa. Y, en lo posible, un perro. 
   Espero que estén bien y respondan pronto.
   Claudio


P.D.: Mañana saldremos con Rubén y Eduardo al pueblo, a ver si podemos conseguir el repuesto necesario para que Armando arregle el motor del grupo electrógeno. Es muy peligroso, pero de conseguirlo tendremos más posibilidades para organizarnos y estar seguros. 
   
-seguir leyendo acá

miércoles, 9 de noviembre de 2011

3

Claudio:

   Nos alegra muchísimo haber hecho contacto. Estos días han sido movidos. Intentaré contártelos: Como te comente somos 8, Don Julio Argañaraz, dueño de la casita donde estamos y Doña Clara, su mujer; Miri, que es docente de 25 años, Abel, abogado de Córdoba con su mujer Silvia y su hijo adolescente Walter; Daniel (quien acaba de revelarnos que es policía) y yo. No hemos hecho perímetros de defensa ni cosa parecida, por tu carta parece que ustedes saben algo más que nosotros. El incendio del que te comenté se apaciguó gracias a una formidable lluvia que cae hace más de dos días. Ayer intentamos salir y buscar a Mario, hijo de Don Julio que vive a unos 300 metros de acá. Fuimos tres: Abel, Don Julio y yo. A mitad de camino vimos a una mujer gordísima caminar como perdida, Don Julio la llamo por su nombre (Ofelia, creo) sin que ella se inmutara o nos prestara atención. Abel le arrojó una piedra para enojo de Don Julio. Yo creo que fue instinto porque la imagen despertaba un terror profundo, un deseo de salir de ahí de inmediato. Don Julio se acercó a la señora y ella intentó atacarlo, quiso morderlo, Don Julio cayó y Abel la pateó en el estómago, debo reconocer que yo estaba absolutamente estupefacto, estático y no pude ayudar a ninguno de los dos. Abel cayó al darle la patada y la mujer lo mordió en el antebrazo derecho. Lo soltó cuando Don Julio le dio con un palo en la nuca y la hizo tambalear y caer. Volvimos a la casa para atender a Abel y no hemos salido de nuevo.

P.D.: No hemos podido conectarnos a internet. POR FAVOR, necesitamos saber algo de lo que pasa. Esta noche volveremos a ver como está la señora e intentaremos llegar a lo de Mario.

-seguir leyendo acá

viernes, 4 de noviembre de 2011

2

               Hola Rodrigo. Soy Claudio Ledesma. Estamos en Villa del Totoral. Éramos doce cuando nos sorprendió el desastre mientras realizábamos una encuesta política. Hoy somos seis personas y una perra de tamaño mediano. Los que terminamos temprano ese día nos encontramos con Armando- el conductor de la traffic- y pudimos escapar a tiempo. Estamos refugiados en una casa de campo que en apariencia fue abandonada por sus dueños hace poco. No disponemos de una notebook, pero intentaremos conectarnos a la red desde el blackberry de Armando en el mismo horario que ustedes (si conseguimos señal, cosa que veo difícil).
            Les recomiendo adoptar algún perro. Pueden ser útiles. Maika nos salvó la vida en dos ocasiones antes que encontráramos esta casa. Te avisa cuándo hay peligro bajando las orejas y gimiendo una advertencia. Costó convencer a algunos, pero ya es parte del equipo.
            El calor y el olor compiten en ferocidad. Hay una buena reserva en la casa: un sótano con chacinados, quesos y vino; un galpón lleno de grano, harina y latas al por mayor. También hay una huerta y un aljibe con agua potable. No hay rastros de animales, como si los hubieran soltado.
            La batería de la traffic está muerta, no creo que nos movamos de acá por una semana, al menos. Armando está intentando arreglar el grupo electrógeno. Hay un tanque de cemento lleno de combustible.
            No tuve acceso a ningún diario y hace años que no veo televisión, pero pienso que los titulares improbables que mencionaste se quedaron tímidos ¿Tienen idea de qué puede haber causado esto?
            En lo que estamos todos de acuerdo es que no es buena idea acudir a la ciudad. Si acá todo parece un infierno, no me quiero imaginar en qué se habrán convertido las poblaciones más grandes. Una chanchada.
            Hace trece días que no vemos otra gente que no sea nosotros mismos. Hay algunos roces. Armar un perímetro nos mantiene ocupados casi todo el día. Cuando terminemos, no sé.
            Espero que mi letra se entienda, la achiqué para poder escribir más.
            Saludos a vos y a los siete.
            Claudio



-seguir leyendo acá

miércoles, 2 de noviembre de 2011

1

               Tengo poco espacio para escribir, intentaré ser conciso. Mi nombre es Rodrigo Merlo, estoy en una casa en las afueras de Capilla del Monte, cercana al dique Los Alazanes junto a 7 personas más. Todas ellas sobrevivientes de la locura que se desató en el centro de la ciudad, hace ya 10 días. Los siete escapamos en la vieja camioneta Ford de Don Julio, dueño de la casa donde ahora nos refugiamos. Tenemos un generador de energía, pero poco combustible. Hace cuatro días la electricidad se cortó provocando incendios en la ciudad (que todavía ardan me hace pensar en que no podemos esperar ayuda de rescatistas o policía). Lo último que vimos por televisión era demasiado inverosímil para ser cierto. Un diario, que rescatamos del almacén hace una semana, tiene un titulo improbable.
            Tenemos algunas ventajas aquí. Una notebook en la que seguimos las paginas y blogs aún activos (nos conectamos todos los días de 15:30 a 16) y que Don Julio sea colombófilo. Adjunto instrucciones para que, si tenemos suerte, puedas o puedan devolver este mensaje sin mayor inconveniente. Saludos a quien sea que lea esto.
            Rodrigo y Los 7.


-seguir leyendo acá